¿Embarazo y tabaco? Aquí todas las respuestas

Fumar tabaco durante el embarazo es un factor de riesgo bien conocido por los médicos (no tanto por la población en general) en lo que se refiere a la incidencia de abortos, bajo peso al nacer y nacimientos prematuros.

Desgraciadamente, muchos de los 7.000 productos químicos que contiene un cigarrillo, pueden atravesar la barrera placentaria y tener un efecto nocivo directo sobre el feto. 

 A pesar de los riesgos, muchas mujeres siguen fumando durante el embarazo. sobre todo las menores de 20 años  y/o con un nivel educativo inferior. En general, no existe una idea clara del nivel de riesgo y de las posibles consecuencias sobre el futuro bebé. Este tipo de anomalías todavía no aparecen  en fotos en las cajetillas... 

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Complicaciones más frecuentes que produce el tabaco durante el embarazo


Los efectos más graves del tabaquismo son: 


  • Amenaza de aborto
  • Rotura prematura de membranas
  • Sangrado en el segundo y tercer trimestre.
  • Crecimiento uterino retardado (CIR)
  • Meconio intraparto

  • Malformaciones congénitas:gran parte de la literatura científica sobre los efectos nocivos del hábito de fumar en el embarazo se concentra en otras complicaciones, como la muerte fetal, restricción del crecimiento fetal y prematuridad, pero no se habla de estas anomalías. Estos defectos específicos deberían ser incluidos en la información educativa de salud pública para animar a las mujeres a dejar de fumar antes o en el embarazo. Son los siguientes:
  •  defectos en las extremidades, 
  •  pie zambo,
  •  hendiduras orales 
  •  defectos de los ojos 
  • defectos en el sistema gastrointestinal (sobre todo la gastrosquisis y hernias abdominales).

Al analizar la curva de peso al nacer, se observa que la del grupo de hijos de madres fumadoras está desviada a la izquierda respecto a la de los niños de gestantes que no tenían este hábito.
  
El peso disminuye progresivamente a medida que aumenta el número de cigarrillos que fuma la gestante al día.  Aunque dicha disminución de peso se puede pensar que se debe a que las fumadoras ganan menos peso durante la gestación que las no fumadoras, está demostrado que no es así.
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 ¿Por qué el tabaco tiene efectos nocivos en el embarazo?


En la combustión del tabaco se producen más de 4000 sustancias diferentes. Hoy en día se conocen los mecanismos mediantes los cuales actúan en el embarazo algunas de estas sustancias: nicotina, monóxido de carbono, ácido cianhídrico y cadmio. Los mecanismos no se conocen con precisión, pero se cree que  la acción vasoconstrictora de la nicotina, causa la reducción del flujo sanguíneo a la placenta. Las anomalías fetales pueden ser producidas por las toxinas del tabaco y / o la falta de una adecuada oxigenación de los tejidos embrionarios y fetales.

La nicotina se metaboliza en el hígado y se elimina a través de la orina. El paso transplacentario de la nicotina es inmediato. El hígado fetal tiene cierta incapacidad para metabolizar dicha sustancia, por lo que la desaparición de la misma de la sangre del feto es más lenta que de la sangre materna.

En la semana 34 gestación, las mujeres que fuman  dede 20-40 cigarrillos al día experimentan a los pocos minutos de iniciar el acto de fumar:
Un importante aumento de la tensión arterial y del pulso.
Aumento de los niveles de carboxihemoglobina, catecolaminas y cortisol.

Estos disminuyen lentamente después de fumar el cigarro.
A la vez, el feto sufre una elevación de la frecuencia cardiaca.

Inmediatamente después de fumar un cigarro se produce una disminución significativa del flujo sanguíneo en la placenta, que se normaliza a los 15 minutos. 

Dicha disminución está relacionada con la acción de la nicotina que  origina una  vasoconstricción  en las arterias uteroplacentarias.


El monóxido de carbono, es otro de los derivados de la combustión del tabaco. Tiene mayor afinidad por la hemoglobina que el oxígeno, ocupando los lugares del oxígeno en esta proteína sanguínea, evitando así la correcta oxigenación de la sangre. El monóxido de carbono unido a la hemoglobina forma carboxihemoglobina (HbCO) 
El porcentaje de HbCO aumenta de forma paralela a la concentración de monóxido de carbono inhalado. En la sangre de las gestantes fumadoras habituales se encuentran cifras de HbCO de hasta un 14%  y en sus hijos 2-3 veces más elevadas que en los de las embarazadas no fumadoras.

Por tanto, los fetos de madres fumadoras, están  sometidos a una mala oxigenación de su sangre.
Por otra parte, hay trabajos que demuestran la presencia de alteraciones histológicas en la placenta de las gestantes fumadoras:

  • Engrosamiento de la membrana basal.
  • Incremento del contenido de colágeno en su estroma.
  • Disminución del número de capilares sanguíneos fetales y de su luz, debido a la presencia de edema o a la contracción de las células endoteliales.


En la placenta aumenta la incidencia de vellosidades atróficas en gestantes fumadoras respecto a la no fumadoras y existe un elevado porcentaje de vellosidades avasculares en las que fuman más de 20 cigarrillos/día. 
El tabaco produce  daño vascular que altera la producción de prostaglandinas I2 en las células endoteliales de los vasos sanguíneos, con lo que disminuye  o desaparece la acción beneficiosa de las mismas, como es la vasodilatación y la inhibición de la agregación plaquetaria, contribuyendo así a la disminución del flujo sanguíneo  placentario.

El ácido cianhídrico es otro de los productos de la combustión del tabaco que atraviesa la barrera placentaria y en su transformación a tiocianato se consume sustrato energético necesario para que el feto pueda crecer.
Por otra parte, el tiocianato, inhibe la acumulación de yodo en la glándula tiroides, lo que origina una depresión de dicha glándula y un insuficiente desarrollo de todos aquellos órganos del feto dependientes de ella. 

El cadmio está aumentado en la sangre de las fumadoras en relación con las de las no fumadoras. Puede ejercer una acción competitiva con el cinc y al mismo tiempo producir malformaciones en el feto.


En conclusión, se puede señalar que el tabaco es perjudicial no sólo para la madre, sino para el feto, ya que origina una disminución del flujo sanguíneo uteroplacentario, debido por una parte a la acción de la nicotina, que desencadena una vasoconstricción.
Además produce un aumento de los niveles de HbCO, lo que somete al feto a una hipoxia crónica y favorece el envejecimiento prematuro de la placenta al disminuir en la sangre de la gestante sustancias esenciales para el crecimiento tisular (vitamina B12, vitamina C, folatos), la formación de colágeno y el mantenimiento de la integridad de los vasos sanguíneos.

Igualmente produce un aumento de la agregabilidad plaquetaria y de las concentraciones en sangre de tiocianato y cadmio que dificultan el desarrollo fetal y facilitan la aparición de malformaciones congénitas.


Ante esta situación, se recomienda encarecidamente a las madres, dejar de fumar durante el embarazo y utilizar sustitutos de la nicotina. Parches, chicles y aerosoles han demostrado ser eficaces y seguros en el embarazo, al menos,mucho más seguros que fumar.

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El porcentaje de anomalías al nacimiento puede ser de en torno a 11- 14 bebés de cada 1000, aunque muchas de estas anormalidades tienen también como protagonistas a las deficiencias de ácido fólico o a la edad avanzada de la madre.


Hum. Reprod. Update17 (5):589-604.

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