El sangrado después de un aborto involuntario puede durar de 7 a 28 días tras el aborto. En cuanto a sus características, este sangrado no debe ser más fuerte que el de un período de flujo fuerte en el peor de los casos. Pueden aparecer coágulos.
Los coágulos pequeños (del tamaño de una uva o menores) no son preocupantes. Coágulos más grandes son una señal de peligro.
Los coágulos pequeños (del tamaño de una uva o menores) no son preocupantes. Coágulos más grandes son una señal de peligro.
Si la cantidad de sangrado aumenta con el tiempo, o si el color del sangrado tras el aborto cambia tras un tiempo de paulatino oscurecimiento a un color rojo brillante (sangre "nueva"), se recomienda acudir al médico. Si se ha estado haciendo esfuerzos físicos durante ese tiempo, se recomienda descansar en el sofá o en la cama con los pies elevados. Es recomendable quedarse en la cama, dejar para otros o para más tarde tareas que pueden esperar, encargar la cena fuera de casa etc.
Junto con el sangrado, aparecerán calambres y dolor. No deberían ser mucho mayores que los de la menstruación. Si no fuese así, se recomienda acudir al médico
También se debe ir al médico en las siguientes situaciones:
- si sale tejido en el flujo vaginal, o si éste tiene mal olor,
- si se hincha el abdomen o cambian los hábitos intestinales o de la vejiga
- si aparece sangre en las las heces o en la orina
- si se tienen mareos, desmayos, náuseas
- si se tiene fiebre
Hay también una complicación física, llamado "síndrome post-aborto" que se refiere al bloqueo del cuello uterino por los tejidos o coágulos procedentes del aborto. Puede ser peligroso, ya que no permite la correcta evacuación del contenido del útero y no permite que el útero vuelva a su tamaño normal. El síndrome postaborto (también llamado hematometra post aborto) empieza con calambres severos y malestar (mareos, naúseas, vómitos, diarrea) debido a la acumulación de sangre en el útero. Se puede presentar inmediatamente después del aborto o varios días después. El tratamiento pasa por la evacuación del contenido uterino en la clínica.