Los anticonceptivos inyectables son métodos anticonceptivos seguros y eficaces. La tasa de embarazos no deseados con estos dispositivos es de tan sólo el 0,05-0,6%). A pesar de ello, estos métodos siguen siendo subutilizados: los métodos inyectables e implantables se utilizan en tan sólo un 3,4% de las mujeres en todo el mundo. Los anticonceptivos inyectables no requieren una toma diaria: basta con cuatro aplicaciones anuales. ¿Por qué no se utilizan? Como veremos a continuación, tienen ventajas pero también inconvenientes.
El Depo-Provera es el anticonceptivo inyectable más conocido. El término "depo" significa un depósito o inyección y Provera es una marca común de una progesterona sintética el acetato de medroxiprogesterona (MPA). El Depo-Provera es una inyección de acetato de medroxiprogesterona.
Depo- Provera previene el embarazo "secando" el moco cervical para que el esperma tenga dificultad para nadar hacia el oviducto, por el adelgazamiento del endometrio (revestimiento del útero), de manera que el óvulo fertilizado no pueda implantarse y principalmente por la supresión de las señales del hipotálamo y de la hipófisis hacia el ovario, responsables de coordinar el ciclo menstrual. Al bloquear hipotálamo e hipófisis, los niveles de hormonas reproductivas en la mujer llegan a ser casi tan bajos como en la menopausia.
Se utiliza una inyección intramuscular de 150 mg cada 3 meses. También está disponible en una formulación micronizada para la administración subcutánea cada 12 semanas. La preparación subcutánea proporciona una dosis total de 30% menor (104 mg) de la preparación intramuscular pero se ha demostrado que logra suprimir la ovulación durante al menos 13 semanas y el riesgo de embarazo es de tan sólo el 0.1-0.7% en 1 año y el 0,4% a los 2 años.Depo- Provera previene el embarazo "secando" el moco cervical para que el esperma tenga dificultad para nadar hacia el oviducto, por el adelgazamiento del endometrio (revestimiento del útero), de manera que el óvulo fertilizado no pueda implantarse y principalmente por la supresión de las señales del hipotálamo y de la hipófisis hacia el ovario, responsables de coordinar el ciclo menstrual. Al bloquear hipotálamo e hipófisis, los niveles de hormonas reproductivas en la mujer llegan a ser casi tan bajos como en la menopausia.
Hasta aquí todo perfecto, pero aquí vienen los inconvenientes. Depo-Provera produce cambios en el patrón de sangrado en entre el 20 y el 40% de las mujeres. El nuevo patrón de sangrado se caracteriza por aparecer de manera impredecible o incluso continua. Es algo que todas las mujeres deben esperar y planear en los primeros días de uso del Depo Provera. Después del primer año de Depo (dependiendo de la edad y el peso de la mujer) alrededor de un tercio de las mujeres ya no tendrán más sangrado. Aproximadamente el 50% de las mujeres que usan Depo-Provera suspender su uso en el primer año, principalmente debido a la alteración de los patrones de sangrado.
El Depo- Provera aumenta los dolores de cabeza; no suelen ser graves sino más bien tensionales. Tal vez la razón esté en que las hormonas de estrés se elevan en el organismo cuando los niveles de estrógenos caen. Por desgracia para aquellas que sufran dolores de cabeza, los dolores de cabeza tienden a aumentar con el tiempo.
En algunas mujeres, existe un efecto adverso importante que es la depresión. Las razones para la depresión se desconocen. Cualquiera que haya tenido previamente un episodio de depresión (ya sea diagnosticada o no, pero suficiente para interferir con la vida y el trabajo) debe evitar el Depo-Provera.
Depo hace que los niveles de estrógeno caigan. Dejar caer los niveles de estrógeno siempre provoca la pérdida de hueso. La preocupación por la pérdida de hueso no es muy alta porque sabemos que las mujeres, suelen recuperar todo ese hueso perdido, cuando dejan de tomar Depo-Provera. Sin embargo, las mujeres con osteoporosis tienen mayor riesgo de roturas. Como prevención, todas las mujeres que elijan el Depo Provera deberían tomar alimentos ricos en calcio y unas 2.000 UI de vitamina D3 todos los días.
La recuperación de los ciclos menstruales tras dejar de inyectarse Depo-Provera es muy diferente en cada mujer y se verá afectada por el estado de sus ciclos antes de tomar el medicamento y por su salud en general. La recuperación de los ciclos menstruales normales, puede tardar desde unos pocos meses hasta 18 meses. En este periodo post-hormona, algunas mujeres tienen síntomas mínimos, pero otras suelen presentar síntomas significativos, como cambios de humor inusuales, manchado vaginal y sensibilidad en los senos.
Tampoco está claro si aumentan el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluido el SIDA.
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