La esterilización
es el procedimiento que hace que un individuo no pueda reproducirse. La forma más
común de esterilización masculina es la vasectomía.
Se trata de un método de anticoncepción permanente para los hombres que no
desean tener más hijos.
A través de una pequeña incisión en el escroto, el médico localiza cada uno de los dos tubos eferentes a través de los cuales se transporta el esperma al pene (conductos deferentes) los corta y los bloquea, atándolos con el fin de cerrarlos o cauterizándolos con un bisturí eléctrico.
A través de una pequeña incisión en el escroto, el médico localiza cada uno de los dos tubos eferentes a través de los cuales se transporta el esperma al pene (conductos deferentes) los corta y los bloquea, atándolos con el fin de cerrarlos o cauterizándolos con un bisturí eléctrico.
La presencia de espermatozoides en el eyaculado debe
desaparecer después de un promedio de 15 a 24 eyaculaciones. Después el eyaculado sólo
contiene las secreciones de las vesículas seminales, la próstata y la uretra.
Después de la cirugía, los espermatozoides
se siguen produciendo en los testículos, pero no consiguen pasar por los conductos deferentes quirúrgicamente
bloqueado.
Algunas
investigaciones sugieren que hay una reducción en la producción de espermatozoides después de la vasectomía. La espermatogénesis está
controlada principalmente por los efectos endocrinos de la FSH y los efectos de la
testosterona en las células de Sertoli. El aumento de los niveles de FSH se ha
observado en los hombres con vasectomía,
y también aumentan la LH
y los niveles de testosterona, un año después de la vasectomía. Estos datos, sin embargo, no se han confirmado, ya que
otros estudios no muestran diferencias en los niveles de hormonas después de la
vasectomía.
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