La beta-hCG es una hormona segregada por el embrión, en concreto por el trofoblasto, conjunto de células que darán lugar a la placenta. La medida de los niveles de beta-hCG es una forma de medir la funcionalidad de estas células y por tanto la viabilidad del embrión.
Su concentración sube a medida que el trofoblasto se hace más grande. Este aumento de la concentración sigue un patrón determinado, de tal manera que cualquier divergencia es un signo sospechoso de anormalidad del desarrollo embrionario o fetal .
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Embrión mostrando el trofoblasto (círculo celular externo)
que dará lugar a la placenta y la masa celular interna que dará lugar al feto. |
El control de las primeras semanas de embarazo en las pacientes de reproducción asistida es mucho más exhaustivo que en mujeres embarazadas de forma natural.
La causa de ello es que las primeras sufren más complicaciones, fundamentalmente:
- embarazos ectópicos,
- desarrollo anormal del feto,
- aberraciones cromosómicas
Además, la ansiedad de la pareja por conocer la existencia de embarazo y confirmar que este se desarrolla correctamente hace que estas mujeres sean sometidas por sistema a pruebas de confirmación tales como la determinación de los niveles cuantitativos de beta-hCG y la ecografía.
Unos niveles iniciales bajos se relacionan con un mal pronóstico, sobre todo en lo que se refiere a los resultados a corto plazo. Recientemente, un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Medicine Research* estudia la capacidad de predicción de los niveles de beta-hCG medidos el día 14 tras la transferencia embrionaria (día 17 tras la ICSI).
Según este estudio retrospectivo, los valores medios de beta-hCG eran diferentes en función del resultado final del embarazo, de tal manera que se podría establecer una tabla de pronóstico con unos valores de corte :
nivel de beta-hCG (mUI/ml) día 14 post TE Resultado del embarazo
menos de 297 Aborto involuntario tardío
menos de 245 Embarazo ectópico
menos de 82 Aborto involuntario temprano
Otros estudios han establecido otros valores de corte para embarazos viables, por ejemplo, unos hablan de un mínimo 150 mUI / mL de hCG el día 14 y otros de un mínimo 55 mUI / mL en el día 12. Hay que tener en cuenta que estos criterios de corte no son 100% exactos. Existe un rango de error en ambos sentidos. Dicho de otra manera, guiarnos de un único valor de beta-HCG para predecir el embarazo puede dar lugar a falsos positivos y también a falsos negativos:
- error cuando una mujer sobrepasa el mínimo establecido, pero no tiene un embarazo viable= FALSO POSITIVO
- error cuando una mujer no llega al mínimo establecido, pero tiene un embarazo viable=FALSO NEGATIVO
A la capacidad de una prueba para detectar bien los casos positivos se le denomina SENSIBILIDAD. A la capacidad de una prueba para detectar bien los casos negativos se le denomina ESPECIFICIDAD. La sensibilidad y especificidad se expresan como porcentajes de probabilidad. Cuanto más cercanos estén ambos valores del 100% mejor será la prueba. Para los criterios arriba expuestos la sensibilidad y especificidad fueron según sus autores:
nivel de beta-hCG d 14 post TE Sensibilidad Especificidad Autores
menos de 82 93% 90% Eskandar y cols 2011
mínimo 150 UI / L el día 14 79% 78% Fridstrom y cols 1995
mínimo 55 UI / L en el día 12 90% - Bjercke y cols 1999
Podemos ver que aunque existe un cierto valor predictivo, muchos casos (salvo en el caso de los embarazos ectópicos) podrían ser mal pronosticados. Un caso muy claro sería el de aquellos embriones sometidos a diagnóstico preimplantacional que tienden a dar valores inferiores de hCG, probablemente debido a la menor cantidad de células de su trofoblasto. Por tanto, podemos concluir que, aunque estos criterios tienen un cierto valor orientativo, no deben ni mucho menos seguirse a rajatabla a la hora de pronosticar la viabilidad de un embarazo.
*J Clin Med Res. 2011 Febrero, 3 (1) : 30-35.
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