Elegir o no la epidural en el parto

¿Qué es la epidural en el parto?


Algunas mujeres pueden experimentar un dolor de parto leve, pero la mayoría lo describe como de dolor intenso. El parto produce dolor y uno de los medios más eficaces de aliviarlo es  la inyección de un analgésico en la región lumbar de la espalda baja. Los métodos de bloqueo de los nervios a nivel lumbar son varios: la analgesia epidural y la anestesia raquídea o espinal-epidural combinada. Todos estos métodos proporcionan un alivio eficaz del dolor al tiempo que permiten la función motora apropiada (contracciones y movilidad).  

La analgesia epidural proporciona alivio del dolor con bloqueo motor mínimo durante el parto. En contraste, para los procedimientos quirúrgicos, la anestesia epidural altera significativamente la función motora con el fin de proporcionar un bloqueo sensorial completo.

¿Qué riesgos tiene la epidural en el parto?


El uso de la epidural durante el parto se asocia con un trabajo de parto más cómodo y una mejor experiencia en general. Sin embargo, el uso de la epidural también está asociado con:

  • aumento del tiempo de parto en aproximadamente 1 hora
  • un mayor riesgo de parto instrumental, 
  • malposición fetal, 
  • administración de oxitocina, 
  • fiebre e hipotensión materna

El inicio de la analgesia epidural incluye una cascada de otras intervenciones que pueden incluir el monitoreo frecuente o continuo de la madre y el feto y la administración venosa de fluidos. El parto natural se convierte en una intervención clínica.

La mayoría de los estudios  muestran una mayor tasa de parto por cesárea cuando la epidural se inicia al comienzo del pato.  Por tanto, la analgesia epidural se debería retrasar hasta que se alcance una dilatación cervical de 4 a 5 cm. Muchos centros interrumpen la analgesia epidural en las fases más avanzadas del parto para mejorar la capacidad de la mujer para empujar y reducir la tasa de parto instrumental.


El efecto de la analgesia epidural sobre la lactancia materna sigue apareciendo en la prensa, en parte debido a los informes contradictorios en la literatura científica. Varios estudios y ensayos no han logrado demostrar una asociación significativa entre la epidural y  problemas en la lactancia. Se necesitan más estudios en esta área para evaluar la fuerza y el impacto de cualquier forma de asociación.


En dos ensayos  clínicos aleatorios recientes, no hubo diferencias significativas en la incidencia de dolor de espalda a largo plazo entre las mujeres que recibieron epidural o no.

La analgesia epidural durante el parto se asocia con fiebre materna. La causa exacta no se conoce. El aumento de la temperatura generalmente no es superior a 1 ° C con la epidural. A veces aparece en mujeres con partos prolongados. 

El uso de agujas de pequeño calibre ha reducido en los últimos años la incidencia del dolor de cabeza que aparece tras recibir la epidural hasta el 1% de las mujeres o menos. 

A pesar de estos riesgos potenciales, las tasas de uso epidural en los  países industrializados han aumentado drásticamente en los últimos años.
Mientras los investigadores y profesionales han debatido los deseabilidad, eficacia y resultados de las epidurales, los hospitales  han mejorado su disponibilidad , y muchas mujeres han expresado su demanda de analgesia epidural para el parto. El uso de mezclas analgésicas o anestésicas de baja dosis ha reducido la incidencia global de estos efectos adversos indeseables. En un gran ensayo aleatorizado de 1.054 pacientes (estudio COMET), la introducción de una dosis baja de infusión epidural se asoció con una disminución del 25% en el parto vaginal instrumental.

Elegir o no la epidural en el parto


 En la búsqueda de alivio del dolor durante el parto, las mujeres pueden no comprender los posibles riesgos de este procedimiento. Al mismo tiempo, puede que no entiendan los beneficios potenciales de un parto no medicado. Hacer una buena elección requiere que las mujeres conozcan los riesgos, los beneficios, y la evidencia científica al respecto.
 Algunas mujeres pueden decidir antes del parto la utilización de la epidural como una forma de ganar algo de previsibilidad para un evento que puede parecer incierto. Sin embargo, aunque tratan de planificar el parto durante el período prenatal, la realidad del parto trae muchos factores nuevos y de confusión que pueden alterar sus planes. Ayudar a las mujeres a una decisión informada en un momento de dolor agudo es un difícil. Las mujeres vienen con ciertas expectativas acerca de la experiencia del parto y a menudo se enfrentan a una realidad diferente a la que no están acostumbradas. Por tanto, se debe educar a la mujer y a la pareja a lo largo del embarazo y presentarles todas las posibles incidencias con las que se pueden llegar a encontrar durante el parto.

Para que los futuros padres estén plenamente informados acerca de sus opciones, los educadores del parto deben hacer entender a los futuros padres que la epidural:
  • elimina el dolor pero
  • disminuye la oportunidad de crecimiento personal y autonomía de las mujeres a través del nacimiento;
  • medicaliza el nacimiento y con frecuencia desencadena una cascada de intervenciones, incluyendo la cesárea;
  • cambia el énfasis en el apoyo a la madre por un énfasis en el apoyo de la tecnología;
  • puede desencadenar procedimientos posparto que dificultan la lactancia materna o la relación madre bebé; y
  • aumenta los costos de atención de salud.

Alternativas a la epidural



Métodos no farmacológicos

La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS), el apoyo continuo durante el parto, el tacto y el masaje, el baño de agua,  las inyecciones de agua estéril intradérmicas, la acupuntura y la hipnosis, todo puede ser beneficioso para el tratamiento del dolor durante el parto. Sin embargo, en los estudios que apoyan estas técnicas, el número de mujeres estudiadas es escaso y no ha habido ningún análisis que demuestre la calidad de alivio del dolor ofrecido por estas técnicas. Existe cierta evidencia que sugiere que la inmersión en agua durante el período de dilatación reduce el uso de la analgesia epidural. La falta de datos para algunas comparaciones impide sacar conclusiones sólidas.

Narcóticos parenterales

Los opiáceos sistémicos  (petidina, ketamina, fentanilo, remifentanilo, tramadol, butorfanol) se han utilizado desde la década de 1840 y son los medicamentos más utilizados para la analgesia del parto.


Anestesia inhalatoria

El único agente que ha sobrevivido la prueba del tiempo es el óxido nitroso (Entonox), que se administra en forma de mezclas 50:50 de oxígeno y óxido nitroso. Otros agentes que se han intentado en los últimos años son los agentes anestésicos volátiles sevoflurano (Sevox), isoflurano y enflurano.

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