La mujer embarazada puede adoptar variadas posiciones durante el trabajo de parto. Este artículo sobre esta ansiada etapa del embarazo comenta variedad , ventajas y desventajas de las diferente posiciones.
El parto normal es un proceso que dura varias horas. Durante las mismas hay una normal progresión de variables tales como las contraciones uterinas dolorosas, la dilatación del cuello del útero, el descenso de cabeza fetal por el canal de parto, etc. El normal progreso y duración de esta evolución esta intensamente influenciado por la posición que la mujer adopta durante el mismo.
La posición del parto en la historia
Si bien son escasas las referencias históricas a la posición que las mujeres han adoptado a lo largo de la historia para parir, sabemos que ya en la antigua Grecia se paría en sillas cuyo respaldo estaba reclinado y que poseían un orificio sobre el asiento, en Egipto se estilaba parir de rodillas y/o sobre sillas. En la América precolombina la postura adoptada por las mujeres indígenas para parir era de rodillas o cuclillas. Es recién en la Europa del siglo 17 que se introduce la posición supina (acostada sobre la espalda) para la asistencia del parto por parte de cirujanos parteros que atendían a la realeza.
Mujer en posición de parto (50-800 adC) |
Diferentes posiciones del parto
Las diferentes posiciones para el parto pueden agruparse en :
Horizontales
- Acostada sobre la espalda con piernas extendidas (litotomía)
- Acostada sobre la espalda y con piernas flexionadas (ginecológica)
- De costado y con la pierna superior flexionada
Verticales
- De pie
- Cuclillas
- Sentada
Otras
- Apoyada sobre rodillas y brazos extendidos (cuadrúpeda)
- Apoyada sobre rodillas, codos y tronco (genupectoral)
- Mixtas
Las posiciones de parto horizontales
- Permiten mayor comodidad y acceso a maniobras al obstetra.
- Reducen las pérdidas de sangre durante el parto y el postparto
- La posición horizontal de costado (Simms) permite el descanso de la mujer durante el trabajo de parto y favorece la oxigenación del feto.
- Las posiciones acostada sobre la espalda no favorece la oxigenación fetal
- Facilitan el monitoreo fetal.
Las posiciones de parto verticales
- Acortan los tiempos de evolución del trabajo de parto normal
- No pueden adoptarse si las membranas ovulares se encuentran rotas y la cabeza fetal aún no esta encajada en la pelvis materna
- Favorecen la oxigenación del feto
- Incrementan la efectividad de las contracciones uterinas.
- Por estar favorecidas por la gravedad y acortar los tiempos del parto conllevan menor percepción del dolor.
- Requieren menor frecuencia de episiotomías
- Implican mayor esfuerzo físico de la mujer.
Mas allá de las virtudes y defectos de cada una en particular, lo mas importante es destacar que toda mujer se ve beneficiada en adoptar la o las posiciones que le resulten mas cómodas para cada momento del trabajo de parto.
La función del obstetra será la de aconsejar qué posición beneficia a la mujer y al feto en cada momento del trabajo de parto. Este consejo no interfiere con la necesaria libertad de movimiento, así como la libertad para adoptar la posición que implique mejor tolerancia del dolor de cada mujer.