10 cosas que debes saber sobre los desencadenantes de los sofocos en la menopausia

Hay muchas razones por las cuales algunas mujeres tienen episodios de sofocos en la menopausia más intensos que otras. Pueden ser hereditarias o debidas a su dieta y estilo de vida. En consecuencia, algunas de las razones son controlables y otras están totalmente fuera del control. Sin embargo, este artículo va a tratar 10 factores desencadenantes que son bastante comunes.




1. Hay varios alimentos comunes que muchas mujeres han encontrado más relacionados con la aparición o intensidad de los sofocos. Son los siguientes: los hidratos de carbono simples, como, por ejemplo, pasteles, galletas, pasteles, dulces, algunos alimentos azucarados, refrescos o bebidas azucaradas, alimentos picantes, alcohol y cafeína.
2. El estrés y la ansiedad. Cada uno de ellos, ya sea a  la vez o individualmente pueden producir sofocos.  Se recomienda  practicar técnicas para aliviar el estrés.
3. Bebidas calientes. Una inofensiva taza de café o té por la mañana, un simple tazón de sopa para el almuerzo o la cena pueden llevar al sofoco. Este calor es agradable cuando se trata de un día invernal frío, pero cuando hablamos de 70 o 80 grados centígrados, la comida caliente no es una sabia elección.


4. Ambientes cálidos. Si te sientas en una habitación muy caliente es casi seguro que vas a entrar en calor. Intenta controlar la temperatura de la sala. No te abrigues demasiado. Viste ropas frescas. 

Tienes que ser consciente de que telas como tejidos de punto, lanas y otras mezclas, pana y franela dan mucho caloe. Se recomienda que usar telas como el algodón. También debes usar mangas cortas y tops bajos del cuello, frente a los cuellos altos.

5. Las mujeres menopáusicas que consumen  soja obtienen una disminución muy importante de los sofocos.
6. Hierbas medicinales. El dong quai, el ginseng, la centella asiática y la agripalma para ayudar con laspalpitaciones que acompañan los sofocos.


7. Fumar es un factor del estilo de vida que ha sido identificado como un disparador que hace que los sofocos se produzcan con más frecuencia y con mayor intensidad. Así que considera dejar de fumar.


8. Haz un seguimiento de tus sofocos través de un diario. Monitorea tu actividad fisica y anota todo lo que comes por lo menos durante 30 días. Esta actividad ilustrará qué alimentos o comportamientos están causando más sofocos. A continuación, puedes disminuir o incluso eliminar esos alimentos de tu dieta y también ciertos comportamientos de tu vida.


9. Falta de ejercicio. Crea y sigue un régimen de ejercicio. A medida que el ejercicio libera endorfinas, te sentirás bien en general y esto contrarresta los sofocos.


menopausia


10. Alimentos grasos, específicamente las carnes rojas producen mayores sofocos en la menopausia.


Y otras 10 cosas más




La menopausia llega y lleva consigo una serie de cambios en tu cuerpo y en tus funciones:  sofocos, pérdida de masa ósea, atrofia urogenital, infecciones del tracto urinario, incontinencia, aumento del riesgo cardiovascular, disminución de la libido o pérdida de elasticidad de la piel entre otros. A menudo, de este rosario de síntomas se derivan también alteraciones del sueño y del estado de ánimo. Ponerse roja y comenzar a sudar con profusión es una situación social  que puede causar ansiedad extrema para muchas mujeres y llevar al aislamiento social. ¿Deprimente no?


  1.  Se estima que el 75% de las mujeres mayores de 50 años experimenta sofocos, desde la premenopausia a la posmenopausia. La prevalencia de los sofocos depende de tu cultura y origen étnico. La prevalencia de sofocos es mayor entre las afroamericanas (46%), seguidas por las hispanas (34%), blancas (31 %), chinas (21%), y japonesas (18%). Si además tienes sobrepeso las posibilidades aumentan. 
  2. Otros factores que han sido asociados con un aumento del riesgo de sofocos son: fumar, antecedentes maternos, historia de dolores premenstruales, temperatura corporal basal elevada, baja actividad física,  bajo nivel socioeconómico,  bajos niveles de estrógeno y altos niveles de las hormonas luteinizante y folículo-estimulante antes de la transición a la menopausia.
  3. La frecuencia de los sofocos varía, pero tiende a permanecer constante para cada mujer. Muchas mujeres tienen sofocos sobre una base diaria, algunas cada hora, mientras que otras tienen sofocos con frecuencia semanal o mensual.  La mayoría de las mujeres experimentan sofocos durante 6 meses a 2 años. La mayoría de mujeres experimentan los síntomas durante los primeros 2 años tras la menopausia.
  4. La causa de los sofocos aún no se ha determinado. Se cree que los sofocos que el resultado de la respuesta del cerebro a las fluctuaciones hormonales que ocurren durante la transición menopáusica.
  5. Los cambios fisiológicos asociados con la menopausia a menudo resultan en aumento de la ansiedad y el estrés. Estos sentimientos pueden surgir de la falta de sueño, cambios de humor y sofocos impredecibles. Antes de la menopausia, la mayoría de las mujeres tienen un ritmo hormonal mensual. Cuando el ciclo se interrumpe por las fluctuaciones hormonales irregulares, el sentido de bienestar de una mujer puede ser perturbado. Estos cambios también tienden a ocurrir en un momento en que las mujeres son más propensas a experimentar otros cambios de la vida, incluyendo el divorcio, la viudez, los hijos que se van casa o la preocupación por los padres ancianos. La autoimagen es otra variable importante, y las mujeres con una pobre imagen de si misma tienden a experimentar una mayor angustia. 
  6. Las causas de los trastornos del sueño relacionados con la menopausia son controvertidas. Se ha sugerido que puede haber problemas con el sueño en las mujeres mayores con independencia de la menopausia. Por ejemplo, la nicturia (ganas de orinar) aumenta con la edad y puede perturbar el sueño. La depresión, el estrés y otros factores (por ejemplo, el síndrome de las piernas inquietas y otros síndromes similares) pueden también contribuir a trastornos del sueño en estas mujeres.Los trastornos del sueño también han sido específicamente relacionada con los cambios hormonales que desencadenan los sofocos o sudores nocturnos, independiente de la edad.  Los síntomas del insomnio en mujeres en las diferentes etapas de la menopausia incluyen dificultad para conciliar el sueño (29%) y despertar precoz con una incapacidad para volver a dormirse (21%). Las anomalías respiratorias (apnea del sueño e hipopnea)  también pueden contribuir a trastornos del sueño en las mujeres menopáusicas. El sueño inadecuado y no reparador puede tener muchas consecuencias. Con el tiempo, la interrupción del sueño secundaria a los sofocos y / o sudores nocturnos conduce a déficits crónicos del sueño, alteración significativa del estado de alerta y agudeza mental, descuido, falta de memoria, y la disminución de la productividad del trabajo. En algunos casos, los sudores nocturnos pueden empapar la ropa de cama y las sábanas, lo que altera aún más el sueño y que requiere un cambio de ropa y mantas, que también pueden perturbar el sueño del compañero de cama de la persona. Por lo tanto, la falta de sueño, cansancio e irritabilidad puede afectar a la productividad durante el día, así como las relaciones familiares y sociales.
  7. Las puntuaciones de depresión son más altas para las mujeres que se encuentran en la etapa de transición de la menopausia.
  8. Durante un sofoco, el flujo sanguíneo disminuye en el hipocampo, posiblemente perjudicando la memoria y la cognición. Se ha sugerido que tales reducciones en el flujo sanguíneo pueden contribuir a los problemas de disminución de la claridad mental y memoria verbal a corto plazo experimentadas por muchas perimenopáusicas y mujeres posmenopáusicas. La importancia de los estrógenos en la cognición ha sido demostrada ya que los resultados de las pruebas cognitivas y la memoria verbal son superiores en las mujeres que recibieron terapia hormonal en comparación con aquellas que no la reciben.
  9. La terapia hormonal combinada  (0.625 mg / día de estrógenos conjugados más 2,5 mg de medroxiprogesterona ) cuando se limita a 5 años es, sin duda, beneficiosa para disminuir los síntomas de la menopausia.  Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) son más mejores que los medicamentos más antiguos antidepresivos (por ejemplo, antidepresivos tricíclicos), debido a su mayor eficacia y disminución de efectos secundarios.
  10. Muchas mujeres menopáusicas sintomáticas son propensas a tratarse a sí mismas antes de consultar a un médico, pensando que los productos "naturales" son más seguros y los ingredientes más puros que los agentes sintéticos. Los tratamientos más comunes son combinados de hierbas, isoflavonas (leche de soja), y suplementos dietéticos que prometen aliviar los sudores de la menopausia, irritabilidad, insomnio, cambios de humor, aumento de peso, dolores de cabeza, insomnio, depresión , irregularidades menstruales, fatiga y pérdida del deseo sexual. Estas formulaciones también pretenden promover la claridad mental, aumentan los niveles de energía y mejorar el rendimiento físico . Su eficacia clínica general no se ha documentado por  resultados de ensayos clínicos controlados. También se ha observado que los beneficios asociados con los suplementos herbales pueden ocurrir más lentamente que los conseguidos con los medicamentos tradicionales. 
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