El mecanismo del efecto de la aspirina para aumentar la probabilidad de nacidos vivos en mujeres con pérdidas del embarazo no está muy claro. Se cree que la aspirina es efectiva porque inhibiría la agregación de plaquetas en los vasos sanguíneos de la placenta, reduciendo los coágulos dentro de los mismos y contribuyendo al desarrollo de normal la placenta.
Además de reducir la coagulación, la aspirina reduce la inflamación. Se demostró en ratonas embarazadas que es necesario controlar la inflamación de la placenta ya que es altamente perjudicial para el feto en desarrollo.
En aquellas mujeres con anticuerpos antifosfolípidos, estos conducen a la aparición de inflamación en la placenta. Como la coagulación se entrelaza con el sistema inmunitario, la coagulación, pueden ser activada por una inflamación, como la que provocan los anticuerpos antifosfolípido. Afortunadamente ambas, pueden ser inhibidas por inhibidores de la agregación plaquetaria tales como la aspirina, lo que evitaría el aborto.
La aspirina solamente
Hasta aquí la teoría. ¿Qué pasa con los estudios prácticos? Los resultados agrupados de tres ensayos muy pequeños (número total de 71 participantes) no mostraron efecto beneficioso de la aspirina como tratamiento único.
Ahora bien, lo que si demuestran muy claramente es un efecto beneficioso de la combinación heparina-aspirina, en mujeres con aborto recurrente y síndrome antifosfolípido.
Como resultado, las asociaciones médicas recomiendan heparina combinada con aspirina para las mujeres con síndrome antifosfolípido que han sufrido tres o más pérdidas de embarazo.
Los médicos de todo el mundo han adoptado la práctica de prescribir agentes antitrombóticos a todas las mujeres con síndrome antifosfolípido.
Aunque la evidencia de un efecto beneficioso de la heparina combinada con aspirina está clara, ésta se basa en estudios con un número muy bajo de mujeres y será necesario seguir investigando la utilidad del tratamiento de heparina con aspirina en todos los casos de aborto.