¿Es la hCG la causa del cáncer? Esa es la pregunta que se hace el Dr. Laurence Cole, quizás la principal autoridad mundial en lo que se refiere a esta hormona. Su teoría es cuanto menos fascinante y de ser cierta, abriría una vía de tratamiento relativamente sencilla: la creación de vacunas anti-hCG que destruyesen la hormona.
Sabemos que hay muchos tipos de cáncer pero, la hCG se ve envuelta en todos los cánceres malignos.
La función de la hCG en la naturaleza es promover el rápido crecimiento de la placenta. Se trata de una molécula que promueve la proliferación de nuevas células que invaden la mucosa del útero. Normalmente su función principal se reserva al embarazo, o al menos eso se creía hasta que se ha descubierto que varias formas de la molécula hCG producen también el crecimiento y expansión de otro tipo de tejidos: las células cancerosas.
Coriocarcinoma |
El nombre de hCG, se refiere a al menos 5 moléculas independientes: hCG, hCG sulfatada, beta hCG, hCG hiperglicosilada y beta hCG hiperglicosilada. Todas tienen una base común, pero funciones diferentes. A la molécula básica de hCG, se le unen azúcares, para dar lo que se llama la hCG hiperglicosilada. También se le pueden unir moléculas de azufre para dar lugar a la hCG sulfatada.
Tanto la hCG producida por la placenta y la hCG sulfatada que se produce en la hipófisis, tienen funciones fisiólógicas apoyando a la ovulación, la espermiogénesis (el hombre produce hCG sulfatada en su hipófisis) y la gestación. La hCG tiene múltiples funciones hormonales durante el embarazo, que van desde el mantenimiento de la producción de progesterona por el cuerpo lúteo, a producir el crecimiento y la diferenciación del útero, la placenta y el feto. Promueve también el crecimiento de los vasos sanguíneos umbilicales y bloquea los mecanismos de defensa inmunitaria que de otro modo atacarían a las células fetales como extrañas al organismo.
Tanto la hCG producida por la placenta y la hCG sulfatada que se produce en la hipófisis, tienen funciones fisiólógicas apoyando a la ovulación, la espermiogénesis (el hombre produce hCG sulfatada en su hipófisis) y la gestación. La hCG tiene múltiples funciones hormonales durante el embarazo, que van desde el mantenimiento de la producción de progesterona por el cuerpo lúteo, a producir el crecimiento y la diferenciación del útero, la placenta y el feto. Promueve también el crecimiento de los vasos sanguíneos umbilicales y bloquea los mecanismos de defensa inmunitaria que de otro modo atacarían a las células fetales como extrañas al organismo.
Todos los otros tumores malignos producen beta hCG o beta hCG hiperglicosilada. Por otro lado, existen ensayos clínicos con vacunas anti-hCG que han mejorado la supervivencia media de los pacientes duplicando la longevidad. La empresa Omnimmune Corp.se encuentra investigando en este sentido.