Con la introducción de la ICSI
en 1992 se produjo una preocupación por la seguridad del procedimiento debido a
la invasividad del procedimiento. Además, las parejas sometidas a ICSI suelen ser aquellas en las que el semen o esperma ha sido extraído
quirúrgicamente y tiene una mayor prevalencia de alteraciones cromosómicas y microdeleciones del cromosoma Y. Dado que
algunas de estas anomalías cromosómicas pueden heredarlas los embriones, se
suele realizar un cariotipo de las células embrionarias antes de la
transferencia.
Sin embargo, el riesgo de un resultado perinatal adverso
parece ser comparable al de la FIV
estándar. Dos meta-análisis han demostrado el mismo patrón de malformaciones
congénitas, mientras que un reciente estudio a largo plazo ha encontrado que el
riesgo de aberraciones cromosómicas, se incrementa en la ICSI
con respecto a la FIV ,
A largo plazo los estudios de seguimiento son escasos, pero
tranquilizadores, mostrando que los niños nacidos de ICSI son totalmente normales desde el punto de vista cognitivo,
motor y socio-emocional.
La tendencia es que la ICSI
se utiliza cada vez más y parece que en más de la mitad de todos los ciclos de ICSI ahora se realizan en parejas que
no tienen un diagnóstico de factor masculino severo. La evidencia médica disponible
no apoya el uso indiscriminado de la
ICSI en parejas
con infertilidad inexplicada o deficiencias
moderadas de la calidad del semen o
en pacientes con diversas causas mixtas de infertilidad
o pocos ovocitos. De manera análoga
a lo que ocurre con las cesáreas y el parto natural, quizás en algunos países la ICSI
se utiliza en exceso en comparación con la FIV , sin una buena evidencia médica de que sea
beneficioso ni para los pacientes o de la sociedad.
Un meta-análisis (estudio que recopila estudios y los evalúa por su calidad) de aparición inminente en Fertility and Sterility evalúa el efecto de la fertilización in vitro e inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) en defectos de nacimiento concluyendo que ambas técnicas aumentan significativamente el riesgo de defectos al nacimiento, si bien el riesgo es similar para ambas.
Un meta-análisis (estudio que recopila estudios y los evalúa por su calidad) de aparición inminente en Fertility and Sterility evalúa el efecto de la fertilización in vitro e inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) en defectos de nacimiento concluyendo que ambas técnicas aumentan significativamente el riesgo de defectos al nacimiento, si bien el riesgo es similar para ambas.