Los estudios muestran que la donación de ovocitos permite superar de forma
efectiva los problemas de fertilidad de mujeres en edad avanzada, demostrando
que el problema se focaliza en la calidad del ovocito y no en otras partes del genital femenino.
Además, las mujeres posmenopáusicas puede llevar a término
su embarazo con tasas de éxito que equivalen a las mujeres jóvenes
Las anomalías cromosómicas y las alteraciones del huso meiótico en los ovocitos son mucho más frecuentes en mujeres de más de 35 años y se consideran los principales factores
responsables del aumento en la incidencia de la infertilidad, pérdida fetal (aborto involuntario) y defectos de
nacimiento, sobre todo la trisomía 21 o síndrome de Down. La gestión de los
problemas de fertilidad relacionados con la edad materna avanzada sigue siendo
un desafío, incluso con la ayuda de las modernas tecnologías de reproducción
asistida.
La única estrategia identificada hasta el momento que puede
mejorar la calidad de los ovocitos
en las mujeres mayores y que ha sido desarrollada utilizando ratonas como animal
modelo, consiste en la administración crónica de dosis farmacológicas de
antioxidantes durante el período juvenil y durante toda la vida reproductiva
adulta. Sin embargo, este enfoque tiene importantes efectos negativos a largo
plazo en la función ovárica y uterina, lo que aumenta la muerte fetal y
reabsorción embrionaria. Estos estudios vinculan la teoría de los radicales
libres al envejecimiento y a la menor calidad de los ovocitos en las mujeres de
edad reproductiva avanzada. En las ratonas se ha comprobado como el estrés
oxidativo inducido en ovocitos
colocados en placas de cultivo aumenta las anomalías meióticas.
El consumo de calorías restringido sin desnutrición extiende
la vida útil y atenúa la gravedad de las complicaciones de salud relacionadas
con el envejecimiento en muchas especies. Una característica común de la
restricción calórica parece ser una alteración de los reguladores metabólicos
que afectan al estrés oxidativo acumulado en los órganos con la edad.
Un estudio reciente publicado por la Harvard Medical
School en Boston (EEUU) ha
descubierto sorprendentes efectos beneficiosos de la restricción calórica en la
edad adulta sobre la calidad del huso meiótico
y la salud mitocondrial de los ovocitos.
Esto se traducen en que la fertilidad mejora
enormemente en las hembras de edad avanzada, se extiende significativamente la
vida reproductiva y aumenta la tasa de supervivencia de los embriones. El
estudio refuerza la idea de que la subfertilidad de las mujeres mayores de 35
años no es una consecuencia inevitable del proceso de envejecimiento, lo que
abre perspectivas para sortear con seguridad el impacto negativo del
envejecimiento sobre la fertilidad.