La capacitación espermática se define como el conjunto de cambios fisiológicos que sufre el espermatozoide en el genital femenino y que le capacitan para fecundar al ovocito. La capacitación espermática también puede obtenerse in Vitro,
en el laboratorio, después del contacto con determinadas sustancias añadidas a
medios de cultivo. Las técnicas de capacitación espermática tienen como
objetivo, además de la capacitación en sí misma, eliminar el plasma seminal, las
células muertas, residuos y contaminantes presentes en el semen, y seleccionar los mejores espermatozoides.
En la técnica de "swim-up", el semen se deposita en el fondo de un
tubo de ensayo y es cubierto por una pequeña cantidad de medio de cultivo. Los
mejores espermatozoides nadan hacia arriba y consiguen llegar a la superficie
del líquido. Después de un período de 30 a 60 minutos, el técnico extrae el líquido
situado sobre el esperma, que contiene a esos espermatozoides de mayor calidad.
Este material puede ser utilizado para llevar a cabo técnicas de reproducción
asistida (inseminación intrauterina, fertilización in vitro o ICSI).
En la técnica de centrifugación en gradiente coloidal, la
fuerza centrífuga produce el paso de esperma a través de dos capas de una
sustancia coloidal (gel) a diferentes concentraciones o densidades. Todo el
material existente en la muestra de esperma se separará en las fracciones del
gel que correspondan a su densidad específica. Los espermatozoides de alta
calidad tienen una densidad diferente a los espermatozoides muertos, células redondas y escombros.
Después de eliminar las fracciones de gel inservibles, se toman los espermatozoides de calidad y se diluyen en un medio de cultivo apropiado para ser utilizado para realizar las técnicas de reproducción asistida (inseminación intrauterina, fertilización in vitro o ICSI).
Después de eliminar las fracciones de gel inservibles, se toman los espermatozoides de calidad y se diluyen en un medio de cultivo apropiado para ser utilizado para realizar las técnicas de reproducción asistida (inseminación intrauterina, fertilización in vitro o ICSI).
El número de espermatozoides
recuperados tras las diferentes pruebas de capacitación ayuda al médico a la
elección de la técnica de reproducción asistida más adecuada para la pareja. No
se debe realizar la inseminación intrauterina, cuando hay menos de dos millones
de espermatozoides con buena motilidad
después de la capacitación, debido a que las tasas de éxito muy bajas. Cuando después
de la capacitación, se recuperan menos de 1 millón de espermatozoides con buena movilidad, la ICSI es la técnica más
indicada.