La inyección intracitoplasmática de espermatozoides o ICSI, consiste
en la introducción de un espermatozoide
seleccionado directamente en el interior del ovocito, con la ayuda de una aguja o capilar microscópico.
En la ICSI todas las etapas
de reconocimiento del ovocito por
parte del espermatozoide, la
reacción del acrosoma y la penetración esperma a través de todas las envolturas
del ovocito son superados por la simple
inyección de un espermatozoide en el
citoplasma del ovocito con la ayuda
de micropipetas adecuadas para este procedimiento.
Las parejas que se benefician de la ICSI ,
a menudo tienen anomalías detectadas en el análisis de semen:
- oligozoospermia severa (concentración de espermatozoides por ml inferior a 2 millones)
- astenozoospermia (menos del 10% de espermatozoides móviles),
- o muchas anormalidades en la morfología espermática (menos de un 4% de espermatozoides con forma normal). También se utiliza en casos de malos resultados en los ciclos de fertilización in Vitro (FIV).
La inmovilización de esperma inmediatamente antes del
procedimiento de ICSI es la clave
para el éxito de esta técnica. Sin ella, sería imposible introducir el espermatozoide en la micropipeta.
Tras la inyección, la membrana del esperma se vuelve
permeable, permitiendo la recondensación del núcleo del espermatozoide (pronúcleo masculino). Esto a su vez desencadena la finalización
de la meiosis en el ovocito, la extrusión
del segundo corpúsculo polar y la formación de pronúcleo femenino.
En este momento se produce la fusión del núcleo masculino y
el femenino y la formación del núcleo embrionario.
Durante la inyección, el citoplasma (ooplasma) del ovocito es aspirado y reinyectado para provocar la activación de todo este mecanismo y para asegurar
que el esperma está dentro del citoplasma.
Las tasas de fertilización después de ICSI pueden variar del 30 al 90%. La no ocurrencia de la fertilización con ICSI puede estar relacionada con factores tales como:
- presencia de radicales libres en el semen
- anomalías cromosómicas
- anomalías en la organización de la cromatina
A menudo se utilizan espermatozoides
anormales o inmaduros. Estos espermatozoides
son capaces de permitir la fecundación, pero sin embargo, las anomalías en el
ADN pueden causar un bloqueo en el desarrollo embrionario. Por otra parte, el
procedimiento en sí
ICSI es un
procedimiento invasivo y puede causar daños a los componentes nucleares y
citoplasmáticos en el ovocito que se
requieren para el desarrollo embrionario.