Hace años, el penfigoide del embarazo se conocía como herpes gestacional, ya que las lesiones son herpetiformes. El penfigoide gestacional (PG) tiene una incidencia de aproximadamente 1 de cada 10.000 embarazos. El momento de inicio es por lo general alrededor de la semana 21 de gestación, aunque en alrededor del 20% de los casos, la erupción aparece inmediatamente después del parto.
Síntomas del Penfigoide en el embarazo
La enfermedad generalmente comienza con pápulas y placas de urticaria alrededor del ombligo y las extremidades. Las lesiones ampollosas tienden a desarrollarse conforme avanza la enfermedad, y a menudo no están presente en la primera presentación. No se encuentran en la cara, palmas de las manos y plantas de los pies. Las mucosas están involucradas en menos de 20% de los casos. En alrededor del 75% de los casos, el penfigoide se ensancha alrededor del momento del parto, para desaparecer de manera espontánea después de que nazca el bebé.
Causa del Penfigoide en el embarazo
La fisiopatología es casi idéntica a la de penfigoide ampollar, un trastorno de la piel con ampollas más frecuente en pacientes de edad avanzada. Los trastornos penfigoides son procesos inmunes, que implican una respuesta inmunea través de una inmunoglobulina (anticuerpo) que se dirige contra una proteínas de las membranas de las células epidérmicas. Esta proteína es el objetivo común de varias enfermedades subepidérmicas que conllevan la formación de ampollas.
Diagnóstico del Penfigoide en el embarazo
Hay trastornos que pueden tener algunas de las mismas características que el PG como son las pápulas pruriginosas, la urticaria y las placas del embarazo, el eritema multiforme, la colestasis intrahepática del embarazo (ICP), dermatitis de contacto y reacciones a medicamentos.
La biopsia es necesaria para el diagnóstico definitivo. La microscopía por inmunofluorescencia directa (IFD) de una muestra de piel perilesional puede mostrar los anticuerpos ligados a los tejidos. La deposición lineal de una capa de proteína C3 a lo largo de la membrana basal es diagnóstico de PG. Las inmunoglobolinas IgG también se depositan un 40% de los casos. Las pruebas de de ensayo de inmunoabsorción (ELISA) paa detectar anticuerpos también son útiles en el diagnóstico. Tienen una excelente sensibilidad y especificidad, así como la capacidad para medir los niveles de anticuerpo, que se correlacionan con la severidad de la enfermedad.
Tratamiento del Penfigoide en el embarazo
Los corticoides orales son el tratamiento de primera línea para el PG, por lo general de 20 a 60 mg por día de prednisona y no se ha asociado con anomalías congénitas. Las pacientes también pueden ser tratadas con éxito con inmunoglobulina intravenosa (IVIG) y ciclosporina en casos refractarios.
El prurito asociado con esta condición puede interferir con la actividad del día a día y con la capacidad de la mujer para dormir. Las pacientes también pueden quejarse de que la erupción es dolorosa, sobre todo si las ampollas se rompen dando lugar a ulceraciones superficiales. Afortunadamente, la calidad de vida de la puede mejorar dramáticamente con corticosteroides sistémicos-con ningún riesgo significativo para el feto.
El penfigoide del embarazo se resuelve de manera uniforme dentro de unas semanas, pero los autoanticuerpos de la madre puede pasar al feto, causando vesículas y ampollas en el recién nacido. Esta enfermedad tiende a repetirse con futuros embarazos.
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