Se podría decir que las trompas de Falopio comunican el útero con el ovario. Son un pequeño conducto en el que tiene lugar la fecundación del ovocito y por el que el recién fertilizado embrión llegará hasta el útero a implantarse. El problema viene cuando una o las dos trompas se cierran total o parcialmente por que se crean adherencias o tejido endometrial en su interior. Eso es el factor tubárico y supone el 30% de los casos de infertilidad.
¿Cuál es la causa?
Las adherencias o fibrosis sobrevienen después de
- enfermedades de transmisión sexual (ej. clamidias),
- cirugía pélvica o abdominal,
- peritonitis,
- endometriosis,
- esterilización previa
- gestación ectópica.
¿Cómo se diagnostica?
Tu médico te realizará o remitirá para una histerosalpingografía: una radiografía en la que previamente se habrá introducido en el útero un líquido de contraste. En la radiografía, si tus trompas están abiertas se podrá ver como el líquido las recorre. Si no, se verá una ausencia de migración.
También te pueden hacer una histerosonosalpingografía: mediante la inyección de suero fisiológico estéril
en el interior de cavidad uterina, se puede determinar la permeabilidad de las trompas en una ecografía.
Cuando las técnicas anteriores no den resultados claros, es posible que el médico opte por una laparoscopia. Se introduce una óptica a través del cuello del útero y el médico examina en tiempo real el estado de tus trompas. Incluso puede llegar a efectuar un tratamiento en el mismo momento, eliminando alguna adherencia o tejido.
La falopioscopia también es una endoscopia, pero se diferencia en que la óptica del endoscopio es muy fina y permite ver el conducto por dentro evaluando lesiones
epiteliales y vasculares subclínicas así como adherencias o pólipos en el canal de la trompa.