La elección del donante para la inseminación artificial (en
la clínica o en casa) va a depender de varios criterios: el riesgo de
infección, el costo, la relación con el donante, y las tasas de embarazo.
Hay tres opciones principales de inseminación:
- inseminación con semen fresco de un donante conocido
- inseminación con semen congelado de un donante conocido
- inseminación con semen congelado de un donante desconocido
La elección del método depende de las preferencias de las
pacientes, tolerancia al riesgo, situación financiera, y la accesibilidad de
los servicios en su área geográfica. Un estudio realizado en una muestra de
mujeres lesbianas que quedaron embarazadas por inseminación asistida, indicaba
que el 45% prefiere un donante conocido, el 47% prefiere un donante
desconocido, y el 8% no tenía ninguna preferencia.
Las mujeres que usan el semen fresco deben pedir al donante
que se realice las pruebas para descartar enfermedades de transmisión sexual y
determinar en la medida de lo posible, la presencia de comportamientos de
riesgo de el donante. El uso de semen congelado que ha sido puesto en
cuarentena durante 6 meses es la forma más segura de reducir el riesgo de
infección.
Cuando sea posible, las pruebas del donante deben incluir la
serología de la condición de factor Rh (si la destinataria es Rh negativo), el
VIH-1 y VIH-2, hepatitis C, hepatitis B, HTLV-I, HTLV-II, citomegalovirus y la
sífilis, además de una prueba por PCR para gonorrea y clamidia a partir de
exudado uretral. Incluso, de manera ideal se podría hacer un análisis del semen
para comprobar la calidad y un cultivo de semen para ver el nivel de
contaminación bacteriana.
La inseminación con semen congelado de un donante anónimo
cuesta generalmente cuesta entre 600 y 900 euros por cada ciclo de 2 inseminaciones,
en una clínica. El costo para la congelación de semen de un donante conocido
está entre los 500 a 600 euros y el costo para la preparación de las muestras de
semen fresco de un donante conocido oscila entre 200 y 500 euros por donación. Hacer las inseminaciones con
semen fresco es por tanto la opción más barata, aún más si se realiza en casa.
Además, la inseminación con semen fresco es más efectiva que
la inseminación con semen congelado y la inseminación intrauterina (sólo en clínicas)
es más efectiva que la inseminación cervical o la inseminación intravaginal (en
clínica o en casa). Para las mujeres de una edad materna más avanzada, esta
podría ser un importante consideración.