Introducción
Una de las preguntas más inquietantes para muchas mujeres es: ¿seré capaz de tener hijos? Ya sea por deseo de ser madre a corto o largo plazo, antecedentes familiares, problemas menstruales o simplemente por prevención, el interés por conocer la fertilidad propia está creciendo.
En este artículo te explico cómo saber si una mujer puede tener hijos, qué pruebas existen, cuándo hacerlas, qué significan sus resultados, y qué hacer si algo no está bien. Todo desde una perspectiva clara, científica y empática.
¿Qué significa realmente “poder tener hijos”?
La capacidad de tener hijos implica varias etapas del proceso reproductivo funcionando correctamente:
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Que los ovarios ovulen regularmente.
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Que las trompas de Falopio estén permeables.
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Que el útero sea receptivo al embrión.
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Que exista una reserva ovárica adecuada.
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Que el endometrio se prepare adecuadamente.
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Que no haya causas inmunológicas o genéticas que impidan el desarrollo del embarazo.
¿Cuál es la diferencia entre infertilidad y esterilidad? →
¿Cuándo conviene hacer un estudio de fertilidad?
No es necesario esperar a tener problemas para consultar. Algunos casos en los que conviene evaluar la fertilidad:
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Mujeres que quieren retrasar la maternidad
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Mujeres mayores de 35 años sin hijos
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Antecedentes de endometriosis o cirugías ginecológicas
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Menstruaciones irregulares o dolorosas
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Aborto espontáneo previo
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Dificultad para concebir tras 6-12 meses
¿A qué edad disminuye la fertilidad? →
¿Qué médico realiza el estudio de fertilidad?
Lo ideal es acudir a un especialista en reproducción asistida. También se puede iniciar el proceso con un ginecólogo general o una unidad de fertilidad hospitalaria. Estos profesionales orientarán y solicitarán las pruebas necesarias.
¿Qué pruebas determinan si una mujer puede tener hijos?
Las pruebas más utilizadas son:
1. Perfil hormonal
Se realiza con una analítica en sangre, idealmente entre los días 2 y 5 del ciclo menstrual.
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FSH (hormona foliculoestimulante): alta = baja reserva ovárica
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LH (hormona luteinizante): alterada en SOP o disfunciones ovulatorias
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Estradiol: evalúa la función ovárica y endometrial
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Prolactina: su exceso impide la ovulación
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TSH y T4 libre: función tiroidea, clave para fertilidad
Hormonas femeninas y fertilidad →
2. Hormona antimülleriana (AMH)
Es una de las pruebas más importantes hoy. Se puede hacer cualquier día del ciclo.
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Alta AMH: buena reserva ovárica (o posible SOP)
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Baja AMH: reserva ovárica disminuida
Todo sobre la hormona antimülleriana →
3. Ecografía ginecológica basal
Permite:
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Contar los folículos antrales (indicador de reserva ovárica)
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Evaluar estructura uterina y ovarios
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Detectar miomas, endometriosis, quistes
4. Histerosalpingografía (HSG)
Radiografía con contraste para ver si las trompas están abiertas y si la cavidad uterina tiene alteraciones.
Se recomienda especialmente si ha habido infecciones, cirugías previas o embarazos ectópicos.
¿Qué pasa si las trompas están obstruidas? →
5. Histeroscopia
Estudio con cámara que explora directamente el interior del útero. Se indica ante sospecha de:
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Miomas submucosos
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Sinequias (adherencias)
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Malformaciones uterinas
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Pólipos endometriales
6. Estudio genético
Puede incluir:
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Cariotipo: busca alteraciones cromosómicas.
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Mutaciones genéticas específicas: si hay abortos de repetición o fallos de implantación.
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Estudio de trombofilias: si hay antecedentes de abortos o pérdidas gestacionales.
Abortos de repetición: causas ocultas →
¿Qué otros factores pueden afectar la capacidad de tener hijos?
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Edad: es el factor más relevante
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Peso corporal: tanto obesidad como bajo peso
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Estrés crónico: puede alterar el eje hormonal
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Tabaquismo y alcohol
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Enfermedades autoinmunes
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Problemas tiroideos o metabólicos
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Presencia de endometriosis o síndrome de ovario poliquístico (SOP)
¿Qué significan los resultados?
Los resultados deben ser interpretados por un especialista. Por ejemplo:
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Una AMH de 0.5 en una mujer de 40 años puede indicar baja reserva, pero no imposibilidad.
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Una trompa obstruida no impide totalmente un embarazo.
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Un útero con un mioma pequeño puede ser funcional si se controla.
La clave está en integrar todos los resultados, no en obsesionarse con uno solo.
¿Qué hacer si algo no va bien?
El diagnóstico temprano permite:
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Preservar la fertilidad si no deseas ser madre ahora.
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Buscar soluciones médicas y tratamientos adaptados.
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Planificar con más información y menos angustia.
Preservación de fertilidad con congelación de óvulos →
¿Se puede mejorar la fertilidad femenina?
Sí, en muchos casos:
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Perder o ganar peso si hay exceso o déficit
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Corregir déficits nutricionales
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Tratar alteraciones hormonales
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Mejorar el entorno emocional
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Abandonar hábitos tóxicos
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Complementar con suplementos como mio-inositol, coenzima Q10, vitamina D, melatonina
Tratamientos naturales para la fertilidad femenina →
Impacto emocional de un diagnóstico de infertilidad
Saber que tu fertilidad puede estar comprometida genera un terremoto emocional. Algunas reacciones comunes:
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Sentimientos de fracaso o culpa
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Ansiedad anticipatoria por los resultados
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Miedo a no lograr nunca un embarazo
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Aislamiento social o tensión en la pareja
Es muy importante buscar apoyo psicológico especializado y rodearte de profesionales que te escuchen y acompañen.
Lee sobre el duelo reproductivo →
Preguntas frecuentes
¿Me puedo hacer las pruebas sin tener pareja?
Sí. Cada vez más mujeres consultan solas para evaluar su fertilidad y decidir si congelan óvulos o si desean iniciar una maternidad en solitario.
¿Puedo tener hijos si tengo la regla regularmente?
Tener menstruación regular no garantiza ovulación ni fertilidad. Es un dato favorable, pero no excluye otras causas.
¿Las pruebas de fertilidad son dolorosas?
La mayoría no lo son. La histerosalpingografía puede generar molestias momentáneas, pero es bien tolerada.
Conclusión
Saber si una mujer puede tener hijos es una pregunta legítima, valiente y necesaria. Hoy existen herramientas muy eficaces para evaluar la fertilidad y tomar decisiones informadas.
Si lo estás pensando, no esperes a tener un problema. Prevenir es poder anticiparte, cuidarte y decidir con libertad.