Esperar para el aborto

Esperar para el aborto sin hacer ningún tratamiento, o lo que es lo mismo, realizar un manejo expectante es una opción tan válida como provocarlo mediante fármacos o con un legrado. Se trata simplemente de dejar a la naturaleza que haga el trabajo.

El aborto involuntario es la complicación más frecuente del embarazo temprano, y sigue siendo un problema clínico importante. Se piensa que el 50% de los embriones se pierden en las primeras semanas de embarazo. Al menos el 15% de los óvulos fertilizados se pierden antes de la implantación y un 20-25% de los embarazos terminan antes de que puedan ser detectados clínicamente. Finalmente, se produce un porcentaje de abortos del 12 - 19% entre los embarazos clínicamente reconocidos.
El tratamiento del aborto involuntario ha cambiado poco en este siglo: el legrado es la técnica más empleada. En el legrado, se abre el cuello uterino y se retiran del útero los restos del embrión y la placenta. 
En los últimos años, el tratamiento médico del aborto con fármacos  ha logrado la evacuación uterina completa en el 95% de los  abortos involuntarios, por lo que se ha desarrollado como una alternativa realista al legrado. Este tratamiento médico implica el uso combinado de la antiprogesterona, mifepristona, y un análogo de la prostaglandina E1, el misoprostol.

Más recientemente, se ha propuesto que en algunos casos, lo mejor es el "manejo expectante" lo que se traduce en no hacer nada, esperar y ver qué pasa. En estos casos, los especialistas se apoyan en cinco factores de decisión: 
  • Las concentraciones en sangre de progesterona, CA-125 y  α-fetoproteína 
  • Los cambios diarios en los valores séricos de HCG 
  • El diámetro intrauterino
A partir de estos parámetro se estima la probabilidad de ocurrencia espontánea de un aborto involuntario completo. 
El "manejo expectante"  es una estrategia viable para muchas pacientes con aborto espontáneo en el primer trimestre. Esto incluye tanto a los aborto retenido como a los embarazos anembrionarios. Las mujeres pueden esperar para someterse a un aborto involuntario completo (médico o quirúrgico) hasta  28 días a partir del momento en el que se determina que el embarazo ya no es viable. 

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